En pocas semanas, se acerca el final del año escolar. Nuestros hijos han trabajado muy, o no tan, duro durante el curso y ahora merecen una recompensa.
¿Qué tipo de premio darles? Unas buenas vacaciones, quizás. O un simple “es lo que debías hacer”. ¿Y si optamos por ofrecer juguetes a los más pequeños de la casa? Desde los juguetes más clásicos hasta los más actuales: ajedrez, damas, muñecos que ríen y hacen reír, barcos teledirigidos, bonsáis mágicos y muchos más. Pero sobretodo, si hay que regalar juguetes, nada mejor que los juguetes educativos como Legos o Mapas interactivos.
Juguetes como distinción por un trabajo bien hecho. Juguetes para fomentar la imaginación de los más pequeños. E incluso juguetes para recordarnos a los más mayores que algún día también fuimos niños y merecimos un premio.