Al igual que las personas necesitamos movernos para no perder la forma, los motores necesitan movimiento para no sufrir daños de inactividad. Es aconsejable encender de vez en cuando aquellas máquinas que no tienen prácticamente uso. La aplicación de grasas lubricantes y fluidos hidraulicos específicos para maquinaria y motores se debe realizar con la periodicidad estipulada en cada mecanismo, y siempre en dependencia de su uso, estado y condiciones ambientales. No es el mismo cuidado para un motor situado en una zona muy fría que en una zona de temperaturas altas. En zonas frías se agrietan las piezas por la congelación y la humedad suele ser mayor, mientras que en zonas más cálidas los problemas vendrán dados por sobrecalentamiento de las piezas que pueden acabar deformadas.
En cualquier zona, por lo tanto, es necesaria la aplicación de fluidos hidraulicos o fluidos de corte para alargar la vida de los motores y mecanismos. Consulta las necesidades de cada máquina y realiza las tareas indicadas de mantenimiento.