El problema que se encuentran las empresas de limpieza es a la hora de garantizar un buen servicio, ya que no están presentes cuando sus empleados trabajan en los centros de sus clientes. Las empresas seleccionan su personal detenidamente para después enviarlo a limpiar oficinas, comunidades y todo tipo de edificios, pero siempre hay empleados que se aprovechan de la situación para no rendir como deberían.
Las empresas especializadas en proveer personal de limpieza deben hacer un seguimiento y análisis constante de sus empleados, realizando encuestas de satisfacción a clientes, llamando a sus clientes interesándose por el servicio prestado, hablando con sus propios empleados o realizando formaciones específicas en los casos que sea necesario. Por suerte, en nuestro país son muchas las personas que se dedican a la limpieza y son grandes profesionales, otros continuarán aprovechándose de la “no presencia” de sus responsables para hacer de las suyas.