La enfermedad toma el nombre del médico francés François Gigot de La Peyronie. Doctor que describió en 1743 esta enfermedad como “aparición en el pene de un lecho arrosariado de tejido fibroso que origina una incurvación apical durante la erección”.
La enfermedad de peyronie es más que un problema físico, ya que como hemos indicado anteriormente puede provocar dolor y la imposibilidad de llegar a la penetración por culpa de la excesiva curvatura. Además algunos de los hombres que sufren esta enfermedad también sufren de disfunción erectil ocasional.
La detección de la enfermedad de peyronie es simple, se realiza por mera observación y palpación y para su tratamiento es necesaria la intervención quirúrgica. El resultado de esta operación es un pene sin tanta curvatura, pero sin embargo se produce un acortamiento del miembro, tema que puede llegar a preocupar a algunos hombres. La disfunción erectil es otro de los síntomas que se observan en pacientes que han pasado por dicha intervención, lo que hace que los afectados prefieran optar por otros métodos o terapias alternativas como radioterapia, mediante la ingesta de vitamina E y corticoides.
Por suerte, en muchos casos los hombres afectados no sufren ningún tipo de problema ni síntomas. Además los afectados no deben preocuparse en exceso ya que la enfermedad de peyronie normalmente evoluciona despacio (en muchos casos no evoluciona) o hasta puede desaparecer espontáneamente.